Inmovilización cervical selectiva basada en la evidencia

 

Para inmovilizar a una persona que ha sufrido un traumatismo se aplican una serie de técnicas que  les  eviten lesiones.

Por lo general la inmovilización de la persona traumatizada requiere la colocación sistemática de un collarín cervical rígido.  Sin embargo, la colocación de este collarín a todos los traumatizados no tiene tanta evidencia científica como se piensa. Esto supone que se haya hecho una revisión internacional de cuáles deben ser los mecanismos de actuación.

En primer lugar, hay que realizarle al paciente traumatizado un control manual cervical. Normalmente las lesiones medulares tras el traumatismo es baja, pero sus efectos pueden ser catastrófico. Igualmente una inmovilización incorrecta.  No solo es importante la asistencia en el lugar del traumatismo  sino durante toda la cadena asistencial.

La afirmación: “Todo traumatizado tiene lesión de columna hasta que se demuestre lo contrario”, era muy útil. Hoy en día la valoración a priori ya no es necesaria. Las herramientas a la luz de la evidencia científica determinan que pacientes deben ser inmovilizados tras un traumatismo y cuáles no.

A partir del año 2000, se dio a conocer el Estudio Nexus. Este estudio estableció los criterios para que un paciente con un traumatismo tuviera una probabilidad baja de una lesión cervical. Y por tanto, ser sometido a una exploración radiológica en la zona dañada.

Los criterios fueron:

-Ausencia de dolor en la columna cervical.

-Ausencia de clínica neurológica focal.

-Nivel de conciencia normal.

-No estar bajos los efectos de sustancias tóxicas.

-Otra zona dolorida que no sea la cervical.

Este estudio se hizo con 21 centros sanitarios de Estados Unidos. Posteriormente se hicieron los estudios en otros sitios. En 2013, se publica una Guía Práctica Clínica  del manejo del paciente con lesión vertebral o medular, que recomienda:

-Inmovilizar in situ a aquellos pacientes que se sospeche  por el mecanismo lesional que tenga lesión cervical.

-valoración in situ por profesionales de cuales deban ser inmovilizados para trasladarlos a un hospital.

-No inmovilizar a aquellos pacientes que se vea claro que no deban ser inmovilizados.

Estas recomendaciones son generales. El servicio de Emergencias médicas establece que la forma más adecuada de proceder ante una persona que tenga un traumatismo es:

-Colocación de un collarín cuyo mecanismo lesional sugiera que tenga un daño cervical.

– Revaluación previa al traslado. Si presenta dolor cervical o no, si está o no bajo la influencia de tóxicos, nivel de conciencia, etc.