La pérdida de conocimiento o inconsciencia es un trastorno transitorio producido por la falta de suministro de oxígeno al cerebro. Las personas pierden la consciencia por un periodo pequeño de tiempo y la recuperan brevemente. Son múltiples las causas que la pueden provocar: traumatismo, accidente cardiovascular, exceso de drogas o alcohol, deshidratación, hipoglucemia, etc. En caso de que la pérdida de consciencia sea profunda, hay que tomar medidas. Evitaremos que la persona pueda sufrir daño cerebral o en algún otro órgano del cuerpo.

La mayoría de las pérdidas de consciencia ocurren en la vida cotidiana, en sus casas, trabajos o en la calle. Es muy importante que las personas que presencien esto reacciones rápida y adecuadamente.

Existe un estado intermedio denominado semiinconsciencia. En este el cerebro está aturdido, las manifestaciones más normales son: lentitud de reflejos, movimientos torpes y confusos.

Las causas que originan la pérdida de consciencia se clasifican en 4 grandes grupos:

Traumatismos. Debidos a caídas o porrazos fuerte sobre la cabeza.

-Intoxicaciones. Por ingesta de drogas, alcohol o medicamentos.

Alteraciones metabólicas, diabetes.

Alteraciones neurológicas, epilepsia.

Ataque epiléptico:

Un ataque epiléptico afecta al sistema nervioso, y se caracteriza por la pérdida de conocimiento y convulsiones. A veces, también la persona suele echar espuma por la boca. Ante un ataque epiléptico debemos:

-Apartaremos los objetos situados alrededor de la persona con el ataque, para evitar que se lesione. Pondremos una almohadilla en la cabeza y aflojaremos sus ropas.

-Colocaremos en su boca un material duro, no metálico, ni muy grande, para evitar que al tragarse la lengua no se ahogue. Nunca debemos de introducir nuestros dedos.

-Cuando haya finalizado el ataque, mejor llevarlo a un centro sanitario.

Lipotimia:

Se define como un mareo o desmayo con perdida de consciencia durante unos segundos. Se produce por la disminución momentánea de cantidad sangre en el cerebro. Ante la lipotimia debemos:

-Poner a la persona con las piernas en alto, para facilitarle la fluidez de sangre en el cerebro.

-Aflojar las prendas de vestir.

-Si así no se recupera debemos colocar a la persona en posición lateral de seguridad.

-Si no se detectan las constantes, comenzaremos con reanimación cardiopulmonar.

Síncope:

Es un paro momentáneo del corazón, y origina la pérdida toral de consciencia.

Normalmente se suele reestablecer en 20 segundos, y son debidos al exceso de calor, a una enfermedad cardiaca o nerviosismo. En un síncope debemos:

-Comprobar si tiene pulso, y si respira bien.

-Realizar la reanimación cardiopulmonar si fuera necesario.

-Si se mantienen las constantes, actuar como con una lipotimia.

Shock y colapso:

Un shock es un estado grave que puede surgir por disminuir el volumen sanguíneo. Normalmente por heridas sangrantes, quemaduras profundas, fracturas, intoxicaciones, etc. Se distinguen dos tipos:

– Bien producido por un choque emocional, y recibe el nombre de traumático.

-O producidos por una fuerte reacción alérgica (medicinas, venenos, etc), se denominan Anafilácticos.

Un colapso es la perdida de riego de forma progresiva en el cerebro. Ante un shock o un colapso la actuación deberá de hacerse:

-Comprobar que la persona respira bien y tiene pulso.

-En caso necesario, realizar la reanimación cardiopulmonar.

-En el shock, si la persona mantiene las constantes vitales, la colocamos en posición anti-shock.

-Traslado urgente a un centro sanitario.

-Debemos mantener siempre caliente a la persona, podemos colocarle una manta.